1 era. Ley: LEY DE LA INERCIA
“Todo diseñador permanece en su CORTO estado de paz y tranquilidad a menos que sea perturbado por la queja de algún cliente”.
2 da. Ley: LEY DE LA FUERZA
“El estrés y dolor de cabeza que sufre cada diseñador es directamente proporcional a la frecuencia de las quejas y los enardecidos gritos del cliente”.
3 era. Ley: PRINCIPIO DE LA ACCIÓN Y REACCIÓN
"Toda peripecia (suceso imprevisto producido por el cliente) puede ocasionar 3 posibles resultados de la misma magnitud del altercado provocado por el cliente":
a) Terminar cayendo en la trampa y gritarle al cliente.
b) Entregar el diseño de una manera más rápida pero "poco diseñado".
c) Realizar un trabajo de calidad, demostrando todas nuestras capacidades y habilidades y, simplemente, no volver a trabajar con dicho cliente aún si nos pidiera trabajar de nuevo.
Sea cual sea el resultado de la interacción diaria con nuestros clientes lo importante es no convertirlo en un “Diseñador vs. Cliente”.
Cada diseñador debe ser aliado de quien ha solicitado el uso de sus servicios, no podemos dejar que la tensión se apodere de nosotros cuando surgen altercados. Más bien, tenemos que tomar la iniciativa en contribuir a que la paz reine con nuestra actitud relajada y serena, demostremos que, además de tener un cerebro lleno de locas ideas y de mucha creatividad, también poseemos Altos Valores y suficientes modales para realizar nuestro trabajo de manera profesional.
Seamos adaptables, debemos reconocer que ¡NO TODOS LOS CLIENTES SON IGUALES! (solo hay algunos un poquititito más complicados que otros).
Cada diseñador debe ser aliado de quien ha solicitado el uso de sus servicios, no podemos dejar que la tensión se apodere de nosotros cuando surgen altercados. Más bien, tenemos que tomar la iniciativa en contribuir a que la paz reine con nuestra actitud relajada y serena, demostremos que, además de tener un cerebro lleno de locas ideas y de mucha creatividad, también poseemos Altos Valores y suficientes modales para realizar nuestro trabajo de manera profesional.
Seamos adaptables, debemos reconocer que ¡NO TODOS LOS CLIENTES SON IGUALES! (solo hay algunos un poquititito más complicados que otros).
En fin, sin importar que situación enfrentemos con cada cliente, dejemos en alto el título que cada uno de nosotros portamos: Soy un "DISEÑADOR GRÁFICO".
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