En diseño gráfico y preimpresión, nada produce mayores problemas que los trabajos mal preparados, incompletos o con especificaciones erróneas.
Por eso antes de enviar el trabajo definitivo la fotomecánica o imprenta es imprescindible hacer una serie de comprobaciones finales. Este examen es similar al chequeo (preflight check) que hacen los pilotos de aviación antes de partir en vuelo ("combustible: ok, frenos: ok, escotillas: ok…"). De ahí que escuches muchas veces la expresión "preflight" para referirse a él.
En artes gráficas consiste básicamente en comprobar que va todo lo que debe ir, que los parámetros son correctos y que nada de lo que no debe ir se va fuera. Así de simple.
Trabajar con un sistema de trabajo (workflow) adecuado y bien planteado evita muchas comprobaciones posteriores y garantiza que este preflight sea una operación sencilla y rutinaria.
Puedes usar herramientas o establecer estándares de trabajo, pero lo primero es adquirir una disciplina de trabajo bien fundada para que sea más fácil, rápido y sencillo entregar trabajos listos para imprenta a tiempo.
Eso distingue en buena parte a los aficionados de los profesionales. Si tienes dudas, asiste a una conversación de preimpresores e impresores contando anécdotas sobre diseñadores. Lo entenderás enseguida: El 90% tiene que ver con trabajos mal entregados.
Dependiendo del tipo de trabajo que se va a entregar, los puntos del examen variarán.
Lo que viene a continuación es un listado de comprobaciones usuales.
Las fuentes
La mejor forma de evitar un problema es no hacer lo que lo causa (obvio, ¿verdad?). La mejor manera de solucionar un problema de fuentes es comprobar de antemano que las fuentes cumplen los requisitos necesarios:
No uses fuentes dudosas
Es decir: No uses fuentes 'aparentes y modernas' descargadas gratuitamente de lugares oscuros en Internet. Eso no quiere decir que todas las fuentes gratuitas sean malas. Lo que quiere decir es que demasiadas de ellas carecen de la calidad tipográfica suficiente (técnicamente hablando) y que pueden por eso causar muchos problemas.
Al hacer doble click sobre el icono de una fuente True Type verás esta pantalla con el nombre de quien la hizo y el juego de carácteres que la componen. Esta fuente (aparte de su dudoso gusto) carece de minúsculas, de acentos, eñes y números.
Para mayor inri, esas fuentes son muchas veces juegos incompletos de carácteres. No disponen de acentos, de eñes o, incluso, de signos de puntuación.
No uses "fuentes de pantalla" o "sólo de sistema" (Macintosh)
Comprueba que dispones de la segunda parte del archivo de fuentes (las llamadas "fuentes de impresión"). En Windows: No uses las fuentes del sistema que se muestran sólo con el icono rojo en mayúscula.
Los iconos de fuentes en Microsoft Windows. De izquierda a derecha: Fuente de pantalla (no se puede usar), True Type (se puede usar pero hay que consultar antes), Open Type y PostScript o Tipo 1 (se pueden usar en principio sin problemas).
En diseño para imprenta sólo hay tres tipos de fuentes:
1. Fuentes PostScript
También llamadas 'tipo 1' (existía un 'tipo 3' pero casi ha desaparecido).
o en PC: Cada fuente se compone de dos ficheros. En uno se detallan los contornos (outlines) (*.pfb) y en el otro las medidas (metrics) (*.pfm). Una tipografía con su redonda, cursiva, negrita y negrita cursiva se compone, pues, de ocho ficheros (cuatro *.pfb y cuatro *.pfm). Si hubiera más variantes, obviamente habría más ficheros.
Además, puede haber unos ficheros accesorios con las extensiones *.inf y *.afm, pero es muy inusual que un programa los necesite.
o en Mac: Cada fuente tiene dos ficheros también, uno es lo que se llama 'la fuente de impresora' (printer font) y otro es "la fuente de pantalla" (screen fonts).
Los iconos clásicos de fuentes PostScript en Mac. De izquierda a derecha: La fuente de impresora, una fuente de pantalla, una fuente de pantalla de Adobe, y una maleta de tipos de pantalla.
La peculiaridad es que, a diferencia de Windows, las fuentes de impresora de una tipografía se agrupan en un sólo fichero, mientras que las de pantalla van metidas dentro de un fichero/carpeta con un icono de maleta (suitcase), de donde, por cierto, no es conveniente sacarlas.
2. Fuentes True Type
Cada fuente está formada por un sólo fichero (*.ttf) que es multiplataforma, por lo que funcionan indistintamente en Mac y Windows (aunque para que una fuente TrueType funcione en Mac clásico hay que quitarle la extensión, por cierto).
Éste es el icono de una fuente True Type en Macintosh.
Éste es el icono de una fuente True Type en Windows.
3. Fuentes OpenType
Las fuentes OpenType son una forma más moderna de fuentes que las antes mencionadas. Son multiplataforma y funcionan indistintamente en Mac o en Windows. Están formadas por un solo fichero en el que van incluidos todos los datos necesarios. Además, estas fuentes incluyen muchos más carácteres (ligaduras y similares) que las PostScript clásicas.
Éste es el icono de una fuente OpenType en Mac.
Éste es el icono de una fuente OpenType en Windows.
Pero si fuera necesario, haz estas comprobaciones
Si te ves en la necesidad de usar fuentes 'dudosas' o crees que vas a tener algún problema, haz siempre estas pequeñas comprobaciones antes de usarlas en tus trabajos:
• Comprueba antes que las fuentes permiten su incrustación en un EPS o PDF. Basta con que lo intentes en un documento con unas pocas líneas. No hacer esta simple comprobación una vez decidida la tipografía de un trabajo es un error que ha amargado la vida de más de un profesional.
• Comprueba que las fuentes se dejan convertir en trazados. Lo mismo que en el caso anterior, basta con un par de palabras. Hazlo con un cuerpo grande (de 48 ptos para arriba).
Observa qué exceso de nodos tienen estas dos letras. Puede que la fuente no dé problemas. Pero eso, unido a que no proviene de un fabricante profesional son dos indicios de poca calidad.
Una de las ventajas de hacer esto es que los trazados resultantes te dirán bastante de la calidad de la fuente. A peor calidad, mayor número de nodos y más basta será su trayectoria. Es una operación muy conveniente.
• Comprueba que las fuentes no se trastocan si abres en Photoshop un EPS para interpretarlo (rasterize). Junto con el punto anterior, fallar aquí te dirá mucho sobre la calidad de la fuente.
• Comprueba que tu impresora acepta fuentes True Type antes de usarlas. Pese a lo que te diga alguna gente, las fuentes True Type no son tipográficamente inferiores a las fuentes PostScript. Lo que ocurre es que en algunos sistemas de trabajo algo anticuados pueden causar problemas. Por eso debes preguntar si se aceptan fuentes True Type "de calidad".
Adjunta los ficheros de las fuentes…
Cuando un documento tiene textos, debes enviarle al impresor una copia de los ficheros de las fuentes que utilizes en un documento. Aunque se trate de fuentes que creas muy corrientes. Si no las tiene, el impresor no podrá reproducir los textos. Si la versión de la fuente no es exactamente la misma (hay variaciones en los pares de kerning, por ejemplo), el texto se redistribuirá y el documento saldrá mal.
Si lo que envías son fuentes PostScript de Macintosh, no las saques de sus maletas correspondientes y procura enviarlas siempre dentro de un archivo comprimido desde Macintosh (con stuffit, de Aladdin, por ejemplo). Eso protegerá las partes ocultas del sistema del fichero (del llamado resource fork) de perderse si pasan por un PC.
El problema de enviar las fuentes es que, para evitar violaciones de copyright, se da por hecho que el receptor sólo las debe usar para imprimir ese trabajo y luego debe tirarlas. E incluso eso puede estar prohibido (las condiciones de uso de fuente a fuente varían). Por eso, lo mejor es hacer lo que viene a continuación.
…o incrusta las fuentes…
Si el tipo de documento lo permite (ficheros EPS, PostScript o PDF), lo mejor es incrustar las fuentes dentro del documento. Es decir, lo que se hace es empotrar las instrucciones necesarias dentro del código del fichero.
De ese modo se evita tener que enviar las fuentes y confiar en que quien las reciba quiera, sepa o pueda cargarlas. Además, incrustar las fuentes es multiplataforma. Es decir: Que un fichero que venga de un Mac con fuentes PostScript incrustadas se abrirá y filmará sin problemas en un PC con Windows, por ejemplo.
El único problema que tiene esto es que hay fabricantes de fuentes que intencionadamente o accidentalmente han protegido sus fuentes contra incrustación, por lo que ésta no es posible. Salvo que la alteres con un programa de retoque o creación de fuentes, claro está (lo cual también es una violación del copyright). En ese caso, lo mejor es hacer lo siguiente.
…o convierte los textos en trazados
Cuando se trata de textos cortos, especialmente si se han hecho con una fuente que no nos merece confianza, una buena solución (o precaución) es, si el programa lo permite, convertirlos en trazados (también llamado "convertir texto a curvas". De esa manera ya no es necesario ni incrustar esa fuente ni enviar los archivos de fuentes.
El problema de esta medida es que no se debe hacer con textos largos, ya que el tamaño y complejidad del ficheros se dispararía exponencialmente, por lo que podría volverse imposible de filmar.
Por eso podría ser necesario hacer lo que viene a continuación.
…o, ya desesperado, interpreta los textos ("rasterízalos")
Esta es una medida extrema que debemos evitar en lo posible. Es lo que se hace cuando todo lo demás falla, ya que perdemos las ventajas de mantener la información de los textos como vectores o fuentes.
Lo que debemos procurar, si el formato permite tener elementos de mapa de bits de diferente resolución es mantener los textos como imagen de línea de alta resolución. Es decir, que si el texto es negro, procuremos interpretarlo (rasterize) aparte en una imagen de línea de 800 o 1.200 ppp y no a 300 ppp aunque el resto del documento sí vaya así.
Continuará..
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