Por Alejandro Brizuela
La información no se ha considerado un objeto que requiera total atención y un análisis específico de sus problemáticas.
Brizuela llama categorías cognitivas a las operaciones significativas que se realizan con ayuda de las interfaces de información visual. Para él, estas categorías son meta-objetivos de cualquier diseñador de información, que resolviéndolos asegurarán la eficacia de la interfaz.
Estas 11 categorías estan ordenadas por el nivel de complejidad de sus operaciones cognitivas:
Organización/Jerarquización: orden inicial para un primer acercamiento perceptual y cognitivo de la información.
Configuración: busca un orden coherente de los elemento que integran el sistema (factores estético-cognitivos y culturales).
Identificación: forma parte de la representación, pertenece al primer nivel de significación y sirve para referir a un objeto o concepto por medio de una imagen.
Descripción: proporciona informaicón sin juicios de valor acerca del estado general de las cosas.
Relato: cuenta un hecho en una dimensión temporal.
Instrucción: realiza indicaciones de cómo solucionar un problema específico con acciones secuenciales.
Orientación: determina el entendimiento de un espacio y su representación. Es muy interactivo y permite tomar decisiones.
Explicación: permite entender situaciones complejas. Trata el entendimiento del funcionamiento, causas y efectos de un objeto o fenómeno natural, centrándose en las acciones y relaciones interactivas.
Operación: interfaz con retroalimentación directa que permite la operación de un artefacto por medio de otras interfaces interactivas.
Proceso de datos: interfaz visual que permite comparar escenarios y posibilidades en la toma de decisiones.
Argumentación: espacio socio-cognitivo que se fundamenta en juicios de valor y procura convencer y defender una posición.
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