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31.8.07

10 consejos para impresiones de fotografías digitales

El envío de fotos por correo electrónico es rápido, pero las fotos impresas continúan siendo la forma más popular de compartir imágenes. Y con la impresora correcta y un puñado de técnicas simples, las fotos se verán tan nítidas como las imágenes de un laboratorio fotográfico.

1. Buena resolución. La unidad estándar para medir la nitidez de las fotos es el punto por pulgada, o dpi. Asegúrate de que el archivo electrónico de la foto sea de por lo menos 240 dpi para las fotos más pequeñas (4 x 6 e inferiores) y de 300 dpi para las más grandes (5 x 7 y superiores).

2. El mejor formato. Aunque la imagen tenga alta resolución, todavía así necesitarás guardarla en el formato correcto: TIFF o JPEG. Para los mejores resultados de impresión, guarda siempre las imágenes en el formato TIFF. A pesar de que este formato es un poco más grande que los otros, también es el más confiable. El formato JPEG es preferible para enviar fotos por correo electrónico.

3. Control de calidad. Utiliza un buen programa de edición de imágenes (como Adobe Photoshop) para deshacerte de las molestas marcas y partículas de polvo en las fotos. (La impresora las levantará aunque sean muy pequeñas). También puedes utilizar el filtro de nitidez del programa de procesamiento de imágenes para mejorar los bordes de la impresión.

4. Dilemas sobre los dpi. Va a ser necesario una impresora con por lo menos cuatro colores y 600 x 600 dpi. De lo contrario, las fotos pueden salir pixeladas (los objetos tendrán los bordes dentados).

5. Configuración del controlador. Utiliza la versión más actual del controlador de impresora disponible para la misma. Después asegúrate de configurar las preferencias en la calidad de impresión más alta. Prueba todas las opciones que te ofrece el controlador de la impresora, ya que a veces encontrarás variables, como las configuraciones de color avanzadas, que mejorarán las impresiones.

6. Configuración de la resolución de la impresora. La impresión a una resolución de 240 a 300 dpi es una apuesta segura para obtener fotos con la más alta calidad.

7. Ajustes del papel. Los ajustes del papel en general controlan las cantidad de tinta que se pone sobre el papel. Asegúrate de que estás utilizando el ajuste adecuado para el papel escogido. El ajuste Papel común utiliza la mayor cantidad de tinta, mientras que los ajustes Película brillante y Papel fotográfico utilizan la menor cantidad. Cuando encuentres un ajuste que funciona para un tipo de papel en particular, toma nota de la configuración para poder obtener los mismos resultados cuando utilices ese papel nuevamente.

8. Limpia y despejada. Ejecuta la función limpiadora de la impresora periódicamente para obtener la máxima eficiencia de la impresora.

9. Selección del papel. A pesar de que se encuentra disponible con facilidad, el papel para fotocopiadoras común no funciona tan bien para las fotografías que deseas compartir o guardar. Obtendrás los mejores resultados si utilizas un papel fotográfico diseñado específicamente para la impresora. Asegúrate de probar una variedad de tipos de papel antes de comprar grandes cantidades. Averigüa si tu impresora puede crear impresiones de 4 x 6 (¡Son exactas a las que obtendría de un laboratorio fotográfico!).

10. Tiempo de secado. Antes de enmarcar una foto o colocarla en un álbum, asegúrate de darle tiempo suficiente para que se seque. A pesar de que la mayoría de las tintas y papeles están diseñados para secarse dentro de una hora, aproximadamente, las variables tales como temperatura, luz directa y humedad pueden alterar el tiempo de secado. Si la foto va a entrar en contacto con cualquier otro material, tal como el vidrio de un marco, es conveniente dejar que la impresión se seque por alrededor de 24 horas. Si vas a imprimir múltiples copias de fotos, es una buena idea sacar las fotos de la impresora a medida que salen y separarlas. Esto evitará cualquier borroneado o corrimiento accidental.


Tabla de resolución para impresiones de fotos
Esta tabla sirve para saber exactamente en que tamaño podés imprimir una fotografía digital y que esta te salga bien.

29.8.07

Audio en 3D // Virtual Barber Shop


Se trata de una técnica para registrar el sonido que imita la forma en que el cerebro interpreta el audio. Para apreciarlo en su máxima expresión es necesario colocarse auriculares. El audio que lo sorprenderá.

Diversos blogs se están haciendo eco de la llamada Holofonía, una técnica que imita la manera en que el cerebro interpreta el sonido y procesa las distancias a las que se encuentran los mismos.

A eso se lo denomina escucha binaural. Según Wikipedia, “la audición es un proceso complejo. El cerebro humano, para interpretar un sonido, ha de conjugar la información que le llega de ambos oídos. La información que el cerebro recibe de cada uno de los oídos es diferente -salvo cuando están equidistantes de la fuente-, porque ambos oídos están físicamente separados entre sí por la cabeza. Esta diferencia en la situación de los oídos es la que le permite al cerebro localizar la fuente sonora”.

Y agrega que “en el sistema auditivo la sensación tridimensional está relacionada con la diferencia de amplitud y tiempo que recibe cada oído. Es decir, la localización de los sonidos en el espacio se consigue con el procesamiento por separado de la información de cada oreja y con la posterior comparación de fase y nivel entre ambas señales”.

Para lograr la Holofonía se graban las secuencias de cada oído por separado utilizando una cabeza Dummy. En ella hay dos micrófonos omnidireccionales a la altura de las orejas.

Tras recombinar cada grabación, el resultado se emite por un único canal. El sonido estéreo se emite por dos canales.

Así, al colocarse unos auriculares se consigue un efecto envolvente y localizado, mejor incluso que en un Home Theatre.

Colóquese los auriculares y haga click en el PLAY para escuchar el resultado que se obtuvo en la llamada “La Barbería Virtual”.

Si bien el audio está en inglés, no dejará de sorprenderse con las sensaciones que genera el sonido. Si al principio escucha nada, se dará cuenta que se equivoca.



24.8.07

PopZone '07 // conferencia Georges Chetochine

Dentro de lo que fué el PopZone '07, el dia 23/08, Georges Chetochine* brindó una muy entretenida e interesante conferencia que se tituló "Las marcas en el punto de venta: las mentiras del marketing en el lugar de la verdad".

Links
Conferencia
Mesa redonda

*Georges Chetochine es, tal vez, el especialista europeo de mayor reconocimiento internacional en estrategias de marca y fórmulas de distribución.

Fundador y presidente del Chetochine Consulting Group, autor de varios libros entre los que se destacan “Marketing Estratégico de las Cadenas de Distribución” y el controvertido “La Derrota de las Marcas”, tiene una extensa carrera que va desde ser el responsable del primer certificado de Master en Marketing de Francia, hasta haber sido asesor de comunicación del presidente francés Jaques Chirac.

Figura vinculada a la constitución del gigante Carrefour.

”La publicidad en el punto de venta, un vendedor silencioso que argumenta en favor del producto, ha ganado importancia en la teoría del marketing, pues el 70% de las decisiones de compra se toma en ese lugar. Ganar un espacio en el punto de venta es hoy una estrategia vital para las compañías. La búsqueda de visibilidad, exposición y contacto con los clientes asegura una mayor interacción de las marcas con ellos y puede ser el primer paso para la compra. Esta circunstancia conduce a un desarrollo del marketing y la publicidad, más agresivos en el punto de venta”.

Chetochine, presidente de la Ecole Supérieure de la Stratégie Marketing et du Management, insiste en que el punto de venta es el lugar de la verdad, donde realmente se toma la decisión de compra. No es solo hacer publicidad. El cliente quiere sentir el concepto detrás del producto con el que esté identificado por su aroma, diseño e ideas, entre otros. De esta manera, el impulso de compra aumenta.

Su trabajo, sus conceptos y sus metodologías sobre los fenómenos de consumo son referencia indiscutida de los profesionales de marketing de todo el mundo.

PopZone '07 // premios POPAI

En el dia de ayer, la agencia donde trabajo se ha hecho acreedora de los tres premios POPAI (reconocimiento a nivel internacional que premia las actividades y campañas de merchandising y comunicación en el punto de venta) en los que fuimos ternados. La verdad que uno se siente muy bien cuando le dan un reconocimiento por la labor que realiza diariamente y le dan más ganas de seguir para adelante. Me siento muy contento de haber formado parte de estos proyectos.
Les adjunto algunas fotos de las cosas que hicimos.



17.8.07

Top 10 de mentiras del Cliente al Diseñador

Desgraciada o afortunadamente no diseñamos para nosotros mismos todo el tiempo, lo hacemos principalmente para nuestros clientes.
No todos los clientes son iguales. Los hay muy buenos, que saben lo que quieren, cómo y cuando lo quieren y están dispuestos a pagar por la calidad del trabajo y muestran una actitud de cooperación.
Otros por el contrario, son personas con intenciones de aprovecharse, de sacar ventaja, o simplemente de engañar:

1. "Haceme este trabajo a bajo precio (o gratis) y después el siguiente te lo pagamos muy bien."

2. "No pagamos un centavo hasta que no veamos el producto final."
3. "Hace este trabajo gratis para nosotros y te lloverán los clientes."
4. "No estamos seguros si queremos usar tu trabajo, pero dejanos tu propuesta y así lo puedo discutir con mi socio."
5. "El trabajo no se canceló, solamente esta demorado. Dejá el proyecto abierto y continuaremos en un mes o dos.."
6. "¿Contratos? No necesitamos firmar ningún contrato, ¿No somos amigos?"
7. "Enviame la factura después que el trabajo esté impreso."
8. "El último diseñador lo hizo por XXXX cantidad, deberías hacerlo igual."
9. "Nuestro presupuesto es de XXXX y esto es invariable."
10. "Tenemos algunos problemas financieros. Hacenos el trabajo, ganamos algo de plata y después te pagamos. Simple."

La dura verdad es que a la hora de tomar el diseño desde una perspectiva comercial, ser alguien altamente creativo y talentoso ocupa solamente el 30% del proyecto total. Lo demás es saber venderse, manejar bien los proyectos, darle feliz culminación y ganarse la confianza del cliente para futuros proyectos.

Por John Dani

7.8.07

60 opciones para buscar inspiración

Carteles de la Guerra Civil española ordenados por temas

Más de 400 herramientas para fotógrafos, video bloggers, podcasters y músicos

10 cosas que aprendí del Diseño

Por Milton Glaser.

Parte de la charla de la AIGA (America Institute of Graphic Arts) en Londres, 2001.


1. Sólo puedes trabajar para gente que te agrada.
Es una regla curiosa que me llevó mucho tiempo aprender porque, de hecho, en los inicios de mi práctica sentía lo contrario. Ser profesional requería que no te gustara particularmente la gente para la cual trabajabas, o al menos que mantuvieras una relación distante, lo que significaba no almorzar con los clientes ni tener encuentros sociales. Hace algunos años me di cuenta de que lo opuesto era verdad. Descubrí que todo el trabajo valioso y significativo que había producido, provenía de relaciones afectivas con los clientes. No estoy hablando de profesionalismo; estoy hablando de afecto. Estoy hablando de compartir con el cliente algunos principios comunes. Que de hecho tu visión de la vida sea congruente con la del cliente. De otro modo la lucha es amarga y sin esperanzas.

2. Si puedes elegir, no tengas un empleo
Una noche estaba sentado en mi auto fuera de la Universidad de Columbia, donde mi esposa Shirley estudiaba antropología. Mientras esperaba escuchaba la radio y oí a un periodista preguntar: «Ahora que llegó a los setenta y cinco, ¿tiene algún consejo para nuestra audiencia sobre cómo prepararse para la vejez?». Una voz irritada dijo: «¿Por qué últimamente todos me preguntan sobre la vejez?». Reconocí la voz de John Cage. Estoy seguro que muchos saben quién fue —el compositor y filósofo que influenció a gente como Jasper Johns y Merce Cunningham y al mundo de la música en general. Apenas lo conocí y admiré su contribución a nuestro tiempo. «Sabes, no se cómo prepararme para la vejez», dijo. «Nunca tuve un empleo, porque si tienes un empleo, algún día alguien te lo sacará y entonces no estarás preparado para la vejez. Para mi ha sido lo mismo cada día desde los doce. Me levanto a la mañana y trato de darme una idea de cómo llevar el pan a la mesa hoy. Es lo mismo a los setenta y cinco: me levanto cada mañana y pienso cómo voy a llevar el pan a la mesa hoy. Estoy excelentemente bien preparado para la vejez».

3. Alguna gente es tóxica, mejor evitarla
(Este es un apartado del punto 1) En los sesenta había un hombre llamado Fritz Perls que era psicólogo gestáltico. La terapia Gestalt, derivada de la historia del arte, propone que debes comprender el «todo» antes de los detalles. Lo que debes observar es la cultura entera, la familia completa, y la comunidad, etc. Perls proponía que en todas las relaciones la gente puede ser tanto tóxica como enriquecedora entre sí. No es necesariamente cierto que la misma persona será tóxica o enriquecedora en todas sus relaciones, pero la combinación de dos personas puede producir consecuencias tóxicas o enriquecedoras. Y lo importante que puedo contar es que hay un test para determinar si alguien es tóxico o enriquecedor en su relación contigo. Aquí va el test: tienes que pasar algún tiempo con la persona, así sea tomar un trago, ir a cenar o ir a ver un juego deportivo. No importa demasiado, pero al final observa si te sientes con más o menos energía, si estas cansado o si estás fortalecido. Si estas más cansado, entonces te han envenenado. Si tienes más energía, te han enriquecido. El test es casi infalible y sugiero usarlo toda la vida.

4. El profesionalismo no alcanza, o lo bueno es enemigo de lo genial
Cuando comencé mi carrera quería ser profesional. Esa era mi aspiración porque los profesionales parecía saber todo —sin mencionar que además les pagan por eso. Más tarde, después de trabajar un tiempo, descubrí que el profesionalismo en si mismo era una limitante. Después de todo, lo que profesionalismo significa en la mayoría de los casos es «reducción de riesgos». Así, si quieres arreglar tu auto vas a un mecánico que sepa como lidiar con el problema que tiene. Supongo que si necesitas cirugía del cerebro no querrás tener cerca a un doctor tonto inventando una nueva forma de conectar tus terminaciones nerviosas. Por favor hazlo de la forma que ha funcionado bien en el pasado.

Desafortunadamente nuestro campo, el así llamado creativo (odio esa palabra porque se suele usar mal, odio el hecho de que se la use como sustantivo, ¿te imaginas llamar a alguien creativo?), cuando haces algo en forma recurrente para reducir riesgos o lo haces de la misma forma en que lo has hecho antes, se vuelve claro por qué el profesionalismo no es suficiente. Después de todo, lo que ser requiere en nuestro campo, más que cualquier otra cosa, es la transgresión continua. El profesionalismo no da lugar a la transgresión porque ésta incluye la posibilidad de error, y si eres profesional tu instinto te dicta no fallar, sino repetir el éxito. Entonces el profesionalismo como aspiración de vida es una meta limitada.

5. Menos no necesariamente es más
Al ser hijo del modernismo escuché este mantra toda mi vida: «menos es más». Una mañana, antes de levantarme, me di cuenta de que era un sinsentido total, un asunto absurdo y bastante vacío. Pero suena importante porque contiene dentro de sí una paradoja resistente a la razón. Sin embargo no funciona cuando pensamos en la historia visual del mundo. Si observas una alfombra persa, no puedes decir que menos es más porque te das cuenta de que cada parte de esa alfombra, cada cambio de color, cada cambio de forma es absolutamente esencial para su calidad estética. No se puede probar de ninguna manera que una alfombra lisa es superior. Lo mismo con el trabajo de Gaudí, las miniaturas persas, el art nouveau y muchas otras cosas. Tengo una máxima alternativa que creo que es más apropiada: «suficiente es más».

6. El estilo no es confiable
Creo que esta idea se me ocurrió por primera vez cuando miraba una maravillosa acuarela de un toro de Picasso. Era una ilustración para un cuento de Balzac llamado «La obra maestra desconocida». Es un toro expresado en doce estilos diferentes, desde una versión muy naturalista a una abstracción reducida a una simple línea, con todos los pasos intermedios. Lo que surge con claridad al observar este impreso es que el estilo es irrelevante. En cada uno de esos casos, desde la abstracción extrema al naturalismo fiel, todos son extraordinarios más allá del estilo. Es absurdo ser leal a un estilo. No merece tu lealtad. Debo decir que para los viejos profesionales del diseño es un problema, porque el campo está manejado más que nunca por intereses económicos. El cambio de estilo suele estar ligado a factores económicos, como todos los que leyeron a Marx saben. También se produce cansancio cuando la gente ve demasiado de lo mismo todo el tiempo. Entonces, cada diez años más o menos se produce un cambio estilístico y las cosas se vuelven diferentes. Las tipografías van y vienen y el sistema visual cambia un poco. Si tienes años de trabajo como diseñador tienes el problema esencial de qué hacer. Quiero decir, después de todo, has desarrollado un vocabulario, una forma que te es propia. Es uno de los modos de distinguirte de tus pares y establecer tu identidad en el campo del diseño. Mantener tus creencias y preferencias se vuelve un acto de equilibrio. La duda entre perseguir el cambio o mantener tu propia forma distintiva se vuelve complicado. Todos hemos conocido casos de ilustres médicos cuyo trabajo repentinamente se pasó de moda o, más precisamente, se quedó en el tiempo. Y allí hay historias tristes como la de Casandre, indiscutidamente el más grande diseñador gráfico de la década del 20 del siglo XX, que no pudo ganarse la vida en sus últimos años y se suicidó.

7. En la medida en que vives, tu cerebro cambia
El cerebro es el órgano más activo del cuerpo. De hecho es el órgano más susceptible de cambiar y regenerarse de todos los órganos. Tengo un amigo llamado Gerard Edelman que es un gran erudito en estudios del cerebro, que dice que la analogía del cerebro con la computadora es lamentable. El cerebro es más como un jardín silvestre que constantemente está creciendo y esparciendo semillas, regenerándose, etc. Y él cree que el cerebro es susceptible —en una forma de la cual no somos totalmente concientes— a toda experiencia y a todo encuentro que tengamos en nuestra vida.

Me fascinó una historia en un periódico hace pocos años acerca de la búsqueda del oído absoluto. Un grupo de científicos decidió que descubriría por qué alguna gente tiene oído absoluto. Son los que pueden escuchar una nota con precisión y replicarla exactamente en el tono correcto. Alguna gente tiene un oído muy fino, pero el oído absoluto es raro incluso entre los músicos. Los científicos descubrieron —no sé cómo— que en la gente con oído absoluto el cerebro era diferente. Ciertos lóbulos del cerebro habían experimentado algún cambio o deformación recurrente entre quienes tenían oído absoluto. Esto fue suficientemente interesante en sí mismo, pero entonces descubrieron algo aún más fascinante: si tomas un grupo de niños de cuatro o cinco años de edad y les enseñas a tocar el violín, luego de unos años algunos de ellos habrán desarrollado el oído absoluto, y en todos esos casos su estructura cerebral habrá cambiado. Bien… ¿qué podría significar eso para el resto de nosotros? Tendemos a creer que la mente afecta al cuerpo y el cuerpo afecta la mente, pero generalmente no creemos que todo lo que hacemos afecte el cerebro. Estoy convencido de que si alguien me gritara desde el otro lado de la calle mi cerebro podría ser afectado y mi vida podría cambiar. Es por eso que mi madre siempre decía: «no te juntes con esos chicos malos». Mamá tenía razón. El pensamiento cambia nuestra vida y nuestro comportamiento.
También creo que el dibujo funciona de la misma manera. Soy un gran defensor del dibujo, no por haberme convertido en ilustrador, sino porque creo que el dibujo cambia el cerebro de la misma forma en que encontrar la nota correcta cambia la vida de un violinista. El dibujo te vuelve atento, te hace prestar atención a lo que ves, lo cual no es tan fácil.

8. La duda es mejor que la certeza
Todo el mundo habla siempre de tener confianza, de creer en lo que haces. Recuerdo una vez en clase de yoga, el profesor dijo que, espiritualmente hablando, si tu crees que has alcanzado la iluminación apenas has alcanzado tus límites. Pienso que es verdad en un sentido práctico. Las creencias profundamente arraigadas de cualquier tipo evitan que te abras a experimentar, y es por eso que encuentro cuestionable a toda posición ideológica sostenida con firmeza. Me pone nervioso cuando alguien cree demasiado en algo. Ser escéptico y cuestionar toda convicción arraigada es esencial. Por supuesto hay que tener clara la diferencia entre escepticismo y cinismo, porque el cinismo es tan restrictivo a la propia apertura al mundo como las convicciones apasionadas: son como gemelos. En definitiva, resolver cualquier problema es más importante que tener razón. Existe una sensación de autosuficiencia tanto en el mundo del arte como en el del diseño. Tal vez comienza en la escuela. Las escuelas de arte a menudo comienzan con el modelo de personalidad singular de Ayn Rand, resistiendo a las ideas de la cultura que la rodeaba. La teoría de las vanguardias es que como individuo tu puedes transformar el mundo, lo cual es verdad hasta cierto punto. Uno de los signos del ego dañado es la certeza absoluta.

Las escuelas alientan la idea de no comprometerse y defender tu trabajo a toda costa. Bien, el asunto es que todo trabajo tiene que ver más que nada con la naturaleza del compromiso. Sólo tienes que saber con qué comprometerte. La búsqueda ciega de tus propios fines a costas de excluir la posibilidad de que otros puedan tener razón, no tiene en cuenta el hecho de que en diseño siempre lidiamos con una tríada: el cliente, la audiencia y tu mismo. Lo ideal y sería que mediante alguna clase de negociación todas las partes ganaran, pero la autosuficiencia suele ser el enemigo. El narcisismo generalmente proviene de alguna clase de trauma de la infancia que no debe profundizarse. Se trata de un aspecto muy difícil en las relaciones humanas. Hace algunos años leí una cosa muy notable sobre el amor, que también aplica a la naturaleza de la relación con los otros. Era una cita de Iris Murdoch en su obituario. Decía: «El amor es el hecho extremadamente difícil de darse cuenta de que el otro, que no es uno, es real». ¡¿No es fantástico?! La mejor conclusión sobre el tema del amor que se pueda imaginar.

9. Sobre la edad
El año pasado alguien me regalo para mi cumpleaños un libro encantador de Roger Rosenblatt, llamado «Ageing Gracefully» (Envejeciendo con gracia). No me di cuenta del título en el momento, pero contiene una serie de reglas para envejecer con gracia. La primera regla es la mejor: «No importa. No importa lo que pienses. Sigue esta regla y agregarás décadas a tu vida. No importa si es tarde o temprano, si estás aquí o allá, si lo dijiste o no, si eres inteligente o estúpido. Si saliste despeinado o calvo o si tu jefe te mira cruzado o tu novio o novia te mira cruzado, si tu estás cruzado. Si consigues o no que te den ese ascenso o premio o casa —no importa». Sabiduría al fin. Entonces escuché un maravilloso cuento que parecía relacionada con la regla número diez: Un carnicero estaba abriendo su negocio una mañana y mientras lo hacía un conejo asomó su cabeza a través de la puerta. El carnicero se sorprendió cuando el conejo preguntó: «¿Tiene repollo?». El carnicero dijo: «Esta es una carnicería, vendemos carne, no vegetales». El conejo se fue saltando. Al día siguiente el carnicero estába abriendo su negocio y el conejo asomó su cabeza y preguntó: «¿Tiene repollo?». El carnicero ahora enojado le respondió: «Escúchame pequeño roedor, te dije ayer que vendemos carne, no vegetales, y la próxima vez que vengas por aquí te voy a agarrar del cogote y clavaré esas orejas flojas al suelo». El conejo desapareció precipitadamente y nada sucedió durante una semana. Entonces una mañana el conejo asomó su cabeza desde la esquina y preguntó: «¿tiene clavos?». El carnicero dijo: «No». Entonces el conejo dijo: «Tiene repollo».

10. Decir la verdad
El cuento del conejo es importante porque se me ocurrió que buscar repollo en una carnicería sería como buscar ética en el campo del diseño. No parece ser el lugar más adecuado para encontrarla tampoco. Es interesante observar que en el nuevo código de ética de la AIGA (American Institute of Graphic Arts) aparece una cantidad importante de información sobre conductas para con los clientes y para con otros diseñadores, pero ni una palabra acerca de la relación del diseñador con el público. Lo que se espera del carnicero es que venda carne que se pueda comer y no mercadería engañosa. Recuerdo haber leído que durante los años de Stalin en Rusia, todo lo que llevaba la etiqueta de «ternera» en realidad era pollo. No me quiero imaginar qué sería lo que llevaba la etiqueta «pollo». Podemos aceptar algún nivel mínimo de engaño, como que nos mientan a cerca del tenor graso de sus hamburguesas, pero cuando el carnicero nos vende carne podrida nos vamos a otra parte. Como diseñadores ¿tenemos menos responsabilidad con nuestro público que un carnicero? Quien esté interesado en matricular el diseño gráfico, debería notar que la razón de ser de una matrícula es proteger al público, no a los diseñadores ni a los clientes. «No hacer daño» es una advertencia a los doctores que tiene que ver con la relación con sus pacientes, no con sus colegas o con los laboratorios. Si fuéramos matriculados, decir la verdad se convertiría en algo más importante en nuestra actividad.