1) Busca siempre la claridad y la facilidad de lectura.
En textos largos para pantalla, dónde nunca sabemos cómo será el monitor del usuario, es muy importante que la lectura sea lo más confortable posible. Tipos de letra sencillos (Verdana o Arial son los más extendidos, Garamond puede ser una buena alternativa), un color acorde con el fondo, evitando estridencias y un tamaño de texto adecuado, que no haya que arrugar la nariz para leer ni tampoco tirar de scroll en cada frase, 10 u 11 pixels para el cuerpo de texto y sumando dos para los distintos niveles de título.
2) Presta atención al medio.
No es lo mismo leer un texto impreso que en una web, es algo más fatigoso para la vista leer en pantalla. Una letra muy recargada cansan mucho la vista y se usan solo para títulos, subtítulos, citas o frases breves. Observa trabajos impresos para comprobar como queda una tipografía sobre papel y elige la más adecuada en cada caso.Una teoria extendida recomienda usar, en los textos largos, tipos Serif para imprimir y Sans Serif para pantalla, aunque habiendo tantas y variadas fuentes probablamente se darán interesantes excepciones.
3) No utilices muchos tipos distintos en un mismo documento.
Lo máximo recomendable serían cuatro, siempre teniendo en cuenta que una negrita cuenta como tipo. Si pones una letra con serif en el título suele funcionar mejor una sin serif en el cuerpo. Luego para los subtítulos se suele usar la misma del cuerpo de texto con dos puntos más grande o un punto y negrita.
4) No instales muchas fuentes a la vez.
Las fuentes se cargan en memoria al iniciar Windows y una carpeta de fuentes con miles de archivos ralentiza el ordenador. También se sobrecargan los programas a la hora de desplegar la lista y ésta se vuelve inmanejable para el usuario. Mantén sólo tus preferidas y las que más uses, aparte de las de sistema. Puedes guardar tantas tipografías como quieras bien organizadas fuera de la carpeta de Fuentes, podrás verlas haciendo doble click o bien usando un programa específico del tipo del AMP Font Viewer.
5) Clasifica tus fuentes no instaladas.
A poco que empieces a coleccionar tipografías te darás cuenta de que es muy adictivo. Cuando almacenes los distintos tipos manten una clasificación, por ejemplo en función del uso que le vayas a dar, para trabajos, para títulos, divertidas, de películas y videojuegos, signos gráficos… y te será más facil encontrarlas luego.
6) Inspírate con los profesionales.
Fijate como se usan y combinan los tipos e imítalo con descaro para tus trabajos. Por ejemplo, según el blog especializado Smashing Magazine estos son algunos de los tipos de letra preferidos por los diseñadores gráficos.
Helvetica, Helvetica Neue
Univers
Lucida Grande, Lucida Bright
FF DIN
Arial, Verdana
Georgia
Gotham
Avenir
Century Gothic
7) Para documentos que se van a ver en otro ordenador usa siempre tipografías de sistema.
Tal vez te hayas preguntado porqué habiendo fuentes tan buenas, la mayoria de las web usan los mismos tipos de letra; Arial, Verdana, Garamond o Georgia. No es que los diseñadores sean unos sosos, lo que ocurre es que los programas de texto y navegadores no suelen llevar el tipo de letra embebido, es decir, el programa detecta que un texto está hecho con la Batman Forever y busca en su carpeta de fuentes y si no la encuentra le planta la fuente por defecto y se queda tan ancho. Lo mismo ocurre si haces un trabajo en Word, se lo pasas a alguien y lo abre en su ordenador, por ello es mejora trabajar con fuentes de sistema.
8) Evita el abuso de mayúsculas (parece que estás gritanto), subrayados (ensucia el aspecto) y el texo justificado a ambos lados para pantalla (los navegadores no reparten bien el espacio entre palabras y el efecto cuadrado no compensa la pérdida de homegeneidad).
9) Usa los ajustes del procesador de textos.
Los procesadores de textos, especialmente Microsoft Word son un mundo aparte, pareciera que hace falta un master para aprender usarlos correctamente. Con todo hay que tratar de sacarle el máximo partido; definiendo el espacio entre lineas y párrafos, la sangrías del texto, elegir los “topillos” de las listas, etc en lugar de usar los retornos de carro y la barra espaciadora indiscriminadamente. Si lo hacemos así aunque al principio parece lento luego ahorraremos tiempo y nos aseguraremos que nuestro documentos será organizado y con mejor aspecto.
10) Por último pero no menos importante, si quieres que tus textos tengan un aspecto mínimamente profesional y los diseñadores no te maten, nunca, nunca, nunca uses la Comic Sans.
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