1.- Establece una tarifa por hora.
Hace poco, postee una oferta buscando a un freelancer que me ayudara a aliviar mi carga de trabajo pedí claramente que me enviaran el dato de cuanto es que cobran. No solo la mayoría de las respuestas ignoraron este punto, sino que además algunos se mostraron un poco ofendidos: “Si no son chicles, el cobro depende del trabajo.”
Lo que pasa es que yo no les pedí que me dijeran cuanto me cobran por un sitio web, lo que quería saber era cual era su tarifa por hora.
A los pocos que me contestaron sobre su tarifa les hice una segunda pregunta: ”¿Cuanto estimas que te tomaría hacer equis cosa?. Entonces, en base a eso yo sabía que tanto me iba a costar este diseñador.
La tarifa por hora no es una regla en piedra, sino más bien un tabulador que te ayuda a calcular mejor antes de dar un estimado a un cliente. ¿Las personas que no han considerado esto como es que presupuestan? ¿Siguiendo la vieja regla del sapo y la piedra?
Esta tarifa además, no es un numero que te sacas de la manga. Debe de provenir de un calculo minucioso sobre tres cosas: cuanto gastas, cuanto crees que debes ganar y en cuanto tiempo. Vamos, que es solo cosa de sacar costos de un producto, en este caso tu producto es tu tiempo.
Si entiendes bien el inglés y quieres darte una idea de cuanto cobrar, te recomiendo probar la utilísim calculadora de freelance switch
2.- Tu trabajo es todo lo que importa.
En realidad debería ser: Lo que eres capaz de hacer es todo lo que importa. Pero la única manera manera de demostrar lo bueno que eres es mediante tu trabajo.
Se que para algunos esto va a ser un shock cultural pero he aquí una diferencia entre ser freelancer y trabajar para una empresa: A nadie le importa tu curriculum.
De nuevo, cuando hice la oferta de trabajo pedí específicamente que me enviaran muestras de su portafolio, jamás pedí un curriculum.
En mi opinión los curriculums son documentos inflados y diseñados para impresionar a los burócratas de los departamentos de recursos humanos. A mi, como a todos los clientes con quienes he trabajado los ultimos 3 años lo que realmente nos impresiona es un portafolio con grandes trabajos.
Si no tienes un solo trabajo que valga la pena, de nada te sirve haber estado en las mejores universidades y tener 100 diplomas colgados en tu pared de cuanto curso, congreso, maestría y especialidad realizaste. Todas esas cosas están bien, pero son para tí, cuélgalas y regodeate viéndolas. Luego ve y construye un portafolio asombroso.
3.- Apunta hacia afuera, remotamente.
Algunos me llamarán malinchísta, pero yo no tengo la culpa de que las cosas sean como son. En México al menos, hay muy poca gente y empresas dispuestas a pagar bien por diseño (supongo que sucede algo parecido con otras profesiones creativas) y son menos aun las que se animan a decidirse con un freelancer.
Hace poco, un amigo estadounidense que vino a establecer una agencia de desarrollo en Guadalajara me preguntaba por qué es tan difícil conseguir aca, a programadores dispuestos a trabajar cono freelancer. Todos, decía el, prefieren quedarse a trabajar en las empresas.
La respuesta que se me ocurrió es que en nuestro país no existe esta cultura. Por una parte, el sistema escolar nos prepara desde niños para que en alguno momento vayamos a tener un empleo fijo en alguna empresa y no no se nos enseñan otras posibilidades como trabajar por nuestra cuenta y mucho menos nos enseñan a emprender.
Las empresas, por otro lado, prefieren tener a gente trabajando para ellos en horarios de oficina en un lugar donde puedan estar vigilándolos todo el tiempo.
Aun, en las pocas ocasiones en las que he trabajado como freelancer para gente en mi ciudad, estas quieren estar supervisando todo el tiempo. Quieren reunirse frecuentemente con uno en persona, convocan a larguísimas reuniones de trabajo y todo el tiempo están llamando por teléfono o dando lata en el messenger.
En EEUU, Europa y otros países menos tercermundistas la cultura del freelance está bien establecida. El offshoring para ellos no solo es una realidad cotidiana sino una ventaja competitiva y no tienen ningún problema con pagarte lo que te mereces y dejarte trabajar con libertad desde cualquier lugar en el mundo en el que te encuentres.
Personalmente, te recomiendo que si verdaderamente quieres disfrutar la libertad prometida del freelancing, apuntes a trabajar con gente fuera de México. Tu sanidad mental y tu bolsillo te lo agradecerán.
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