Las escuelas de negocios entrenan a sus alumnos en el pensamiento analítico. Pero P&G lanzó una ambiciosa campaña para lograr que sus trabajadores adopten métodos mentales propios de diseñadores...
Las escuelas de negocios pretenden transmitir a sus estudiantes habilidades de pensamiento inductivo (la formulación de tendencias a partir de hechos observables) y deductivo (el análisis lógico a partir de evidencia pasada).
Por lo tanto, no es sorpresa que los procesos de toma de decisiones (donde participan ejecutivos formados en escuelas de negocios) se construyan sobre este marco cognitivo.
Así, cuando un gerente pide fondos para un proyecto, debe presentar un análisis de factibilidad basado en evidencias y una argumentación lógica sobre la forma en que su idea podría generar un retorno para la organización.
Ahora bien, existe otra forma de pensamiento denominada "método abductivo" (frecuente en profesionales del diseño) que pretende imaginar un mundo posible sin las restricciones del pensamiento lógico.
El método busca reenmarcar el abordaje de los problemas para liberar al tomador de decisiones de algunos supuestos convencionales que limitan su imaginación y, en última instancia, su creatividad para encontrar soluciones.
Según un artículo de BusinessWeek, el concepto de "design thinking" se encuentra en la base de un formidable esfuerzo de cambio organizacional en la multinacional del consumo masivo, Procter & Gamble, una iniciativa que apunta a reformar la cultura de aprendizaje, innovación y toma de decisiones en todas las áreas de la compañía.
Por ejemplo, en el caso del desarrollo de productos, P&G aplica el tradicional método analítico: detección de una necesidad insatisfecha en el mercado, desarrollo de algunos planes para satisfacerla para finalmente desarrollar un prototipo y testearlo entre consumidores.
En el nuevo esquema, tras detectar la necesidad insatisfecha, los ejecutivos realizan un brainstorming y desarrollan, bajo técnicas de pensamiento abductivo, varios prototipos (sin importar lo absurdos que pudieran parecer).
Finalmente, todos son sometidos al juicio de grupos de consumidores quienes deciden cuál saldrá al mercado. De esta forma, la apuesta es ampliar la originalidad de productos e incrementar las chances de lograr una innovación disruptiva.
Ahora bien, si la iniciativa se limitara a reformar las prácticas de las áreas de innovación, no sería muy diferente de lo que hacen tantas otras empresas.
Pero lo interesante del caso es que P&G pretende difundir este método de pensamiento en todas las unidades de la compañía.
Y justamente aquí surge el gran desafío: ¿cómo inculcar el design thinking en una organización global de 130.000 empleados? ¿Cómo vencer la resistencia al cambio y lograr que todos los miembros "compren" la iniciativa?
La ardua tarea recayó en Cindy Tripp, Directora de Marketing de P&G Global Design, y su equipo multidisciplinario de 100 facilitadores internos que organizan talleres de pensamiento abductivo en las diversas unidades funcionales y geográficas de la empresa.
El objetivo: lograr un cambio radical en la forma en que todos los miembros de P&G abordan toda clase de problemas de gestión: desarrollo de productos, estrategia comercial, eficiencia de supply chain, etc, etc, etc.
En definitiva, vientos de cambio soplan en las oficinas de esta multinacional del consumo masivo. Reformar una cultura es, posiblemente, uno de los mayores desafíos que pueda emprender una organización.
De la habilidad del equipo de Tripp dependerá si realmente habrá una transformación en los métodos de pensamiento o si, en última instancia, seguirán subsistiendo los viejos esquemas mentales bajo un nuevo disfraz.
Fuente: Materia Biz
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