Hace 100 años se exhibía en público el primer dibujo animado del francés Émile Cohl (1857-1938), considerado el padre de la animación.
FANTASMAGORIE, se estrenó el 17 de agosto de 1908, es considerado como el primer dibujo animado de la historia (muy anterior al Ratón Mickey de Walt Disney de 1928). Se componía de 700 dibujos, tenía 36 metros de longitud y su proyección solo duraba 1 minuto y 57 segundos.
Se cuenta que el dibujante basó su trabajo en la experiencia de James Stuart Blackton, fundador de los estudios Vitagraph, quien un par de años antes había realizado el corto animado Humorous Phases of Funny Faces, con una técnica que llamó “efecto línea de tiza”, en el que se filmaban líneas negras sobre fondo blanco, para luego revertir el negativo.
Su título hacía referencia al Fantasmógrafo, una variante de la linterna mágica que proyectaba imágenes fantasmales que flotaban por las paredes.
La idea de Émile Cohl no fue solamente una intuición sino el comienzo de un arte que él llevó tan lejos como los medios de la época se lo permitieron e incluso hasta los límites extremos de lo cómico y de lo surrealista.
En abril de este año se estrenó en París Fantasmagorie 2008, un remake de la obra de Cohl realizado por el animador serbio Rastko Ciric.
1908
2008
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